El 1 de noviembre, mientras muchas partes del mundo celebran Halloween, en Cataluña se lleva a cabo una festividad que está profundamente arraigada en las tradiciones otoñales de la región: La Castañada. Esta celebración, que coincide con el Día de Todos los Santos, es una ocasión especial para reunir a las familias en torno a la comida, especialmente las castañas asadas, los boniatos y los panellets, unos pequeños dulces hechos a base de mazapán y piñones.
La Castañada es mucho más que una simple fiesta gastronómica. Es una festividad que evoca la historia y las costumbres rurales de Cataluña, uniendo a generaciones en torno a tradiciones que han perdurado durante siglos. Aunque en las últimas décadas Halloween ha ganado popularidad entre los jóvenes, la Castañada sigue siendo una celebración fundamental en la vida familiar y cultural de los catalanes, simbolizando la transición entre el otoño y el invierno, y recordando la importancia de honrar a los difuntos.
Orígenes de la Castañada
La Castañada tiene sus raíces en antiguas festividades paganas relacionadas con el cambio de estación y las cosechas de otoño. En sus orígenes, era una fiesta funeraria en la que se rendía homenaje a los muertos. Los campesinos se reunían en torno...