En la ciudad de Cartagena, la historia cobra vida cada septiembre con la celebración de las Fiestas de Carthagineses y Romanos, un evento que transporta a los asistentes a la época de las Guerras Púnicas, donde se enfrentaron las tropas de Cartago y las legiones romanas. Durante más de una semana, la ciudad murciana se convierte en un campo de batalla histórico, recreando los enfrentamientos entre las tropas cartaginesas lideradas por Aníbal y las legiones romanas, que finalmente conquistaron la ciudad en el año 209 a.C., durante la segunda Guerra Púnica.
Estas fiestas, que comenzaron en 1990, no solo buscan conmemorar los eventos bélicos que marcaron el destino de Cartagena, sino también resaltar la importancia de la ciudad como uno de los puertos más destacados del Mediterráneo. En el contexto de la historia de Cartagena, este periodo es crucial, ya que tanto los romanos como los cartagineses se disputaron el control de la ciudad. A lo largo de los días festivos, decenas de asociaciones recrean fielmente los momentos clave del conflicto, desde la salida de Aníbal hacia Roma hasta la toma de la ciudad por Escipión el Africano, uno de los grandes generales de la historia de Roma.
El centro de la ciudad se transforma por completo. Desfiles de soldados romanos, gladiadores, y mujeres ataviadas con túnicas antiguas llenan las calles, mientras los espectadores se sumergen en la atmósfera bélica de hace más de dos mil años. Cada acto es minuciosamente organizado para respetar los detalles históricos, y esto ha convertido a las Fiestas de Cartagineses y Romanos en un referente de las recreaciones romanas y batallas de la antigüedad en toda España.
Uno de los momentos más esperados es el Gran Circo Romano, una representación de las luchas de gladiadores romanos que se realiza en un espacio que imita los antiguos circos romanos. Los asistentes pueden sentir la tensión de los combates y experimentar la emoción que estos espectáculos generaban en la Roma antigua.
Pero no todo es batalla y lucha. Las noches de estas fiestas están llenas de música, baile y buen ambiente. Las carpas de los distintos grupos recreacionistas ofrecen comida, bebida y actuaciones, permitiendo a los visitantes disfrutar de un lado más festivo de la historia de Cartagena. Además, hay numerosas actividades paralelas, como mercados artesanales y talleres educativos para que las familias puedan aprender más sobre los romanos y su influencia en la historia de la península ibérica.
