El 14 de julio es una fecha de gran importancia en Francia, ya que se celebra el Día de la Bastilla, también conocido como el Día de la Independencia de Francia. Esta festividad conmemora un hito histórico que marcó el comienzo de la Revolución Francesa y el fin del régimen monárquico. A continuación, te contaremos más sobre esta celebración y sus tradiciones.
Origen
El origen del Día de la Bastilla se remonta al 14 de julio de 1789. Tras unos primeros meses de Revolución Francesa, en la primavera de ese mismo año, los Estados Generales se negaron a disolverse, transformándose en Asamblea Nacional Constituyente. En el mes de julio, el rey Luis XVI llamará a más tropas y destituye a Necker, un ministro popular. Será entonces cuando los parisinos se levantaron en protesta contra el poder opresivo de la monarquía y la falta de derechos del pueblo. Ese día, la multitud se dirigió hacia la Bastilla, una fortaleza real y prisión estatal en París que simbolizaba el despotismo monárquico. Después de una lucha intensa y un sangriento tiroteo, la Bastilla (Bastille Saint-Antoine) fue tomada, liberando a los prisioneros y convirtiéndose en un símbolo de la victoria del pueblo sobre la tiranía y el Antiguo Régimen. En los meses siguientes, se derribaría por completo la estructura de la edificación. Estos sucesos determinaron la marcha sobre el Palacio de Versalles, provocando que la familia de Luis XVI y la reina consorte María Antonieta pasaran a ser la familia real de un régimen de monarquía constitucional. Este sistema estaría presente hasta 1792, cuando se instauraría la república, un régimen revolucionario que entraría en guerra con muchas realezas europeas y conllevaría la radicalización del país, registrándose múltiples ejecuciones de personal religioso, nobles y disidentes.
Por otro lado, el 14 de julio de 1790, comienza a celebrarse también la Fête de la Fédération, símbolo de la unión de la población francesa y conmemoración del primer aniversario del levantamiento, celebrándose una enorme misa en el altar de la patria en el Campo de Marte, París. Sin embargo, en años posteriores dejaría de conmemorarse hasta que los altos mandos de la Tercera República, especialmente Gambetta y Benjamin Raspail, aprueban la ley del 6 de julio de 1880, convirtiendo el 14 de julio en la Fiesta Nacional de la República. Desde entonces, el 14 de julio se ha convertido en un día de celebración nacional en Francia.
Celebraciones
El 14 de julio sigue siendo un gran acontecimiento en Francia, además de festivo nacional, preparándose con gran cuidado y dedicación. Las celebraciones comienzan en la noche del 13 de julio, con el tradicional desfile con antorchas. La festividad está marcada por desfiles militares, eventos culturales, fuegos artificiales y fiestas en todo el país. Uno de los momentos más destacados es el famoso desfile militar en los Campos Elíseos de París, donde las fuerzas armadas francesas exhiben su poderío y se rinde homenaje a aquellos que han servido al país. Comienza en el Arco del Triunfo y se dirige hasta la Plaza de la Concordia. El desfile está siempre presidido por el presidente de la república, mientras multitud de aviones de la Fuerza Aérea Francesa surcan el cielo del país. También destaca el espectáculo nocturno con los fuegos artificiales lanzados desde la Torre Eiffel, iluminando el cielo nocturno con colores vibrantes y que pueden verse desde lugares como el Campo de Marte o la Plaza del Trocadero. Antes de ellos, tiene lugar en la misma ubicación un concierto gratuito de música clásica. Comienza alrededor de las 9 de la noche y se extiende hasta el comienzo del espectáculo de pirotecnia. Año tras año, se suben al escenario grandes artistas internacionales y la orquesta nacional de Francia, que interpretan un extenso repertorio de éxitos clásicos.
Además del desfile y los fuegos artificiales, los franceses celebran el Día de la Bastilla con numerosos eventos y actividades. Por toda Francia, se organizan bailes populares al aire libre, donde las personas se reúnen para disfrutar de la música, la danza y la comida tradicional. Existen varios tipos principales de baile, destacándose especialmente tres. El primero de ellos sería el denominado grupo tradicional o fanfarria, o también banda en el sur del país. También podemos encontrarnos el baile de musette, en desuso entre 1970 y 2010, y, por último, los bailes organizados por músicos itinerantes especializados en fiestas populares. Los famosos bailes de los bomberos nacen en el año 1937, cuando la Brigada de los Bomberos de la localidad francesa de Montmartre abrió las puertas de su cuartel a un pequeño grupo de ciudadanos curiosos. Ante ellos, desarrollarían múltiples demostraciones gimnásticas y de fuegos de bengala, comenzando a popularizarse esta celebración y expandiéndose a otros cuarteles del país. Desde esos momentos los días 13 y 14 de julio los parques nacionales de bomberos abren sus puertas y es imposible imaginarse la festividad sin ellos.
El Día de la Bastilla no solo es una ocasión para celebrar la independencia y la libertad, sino que también sirve como un recordatorio de los valores republicanos y democráticos. Es un momento para reflexionar sobre la importancia de la igualdad, la fraternidad y la solidaridad en la sociedad actual.
Además, muchos franceses aprovechan este día para disfrutar de un merecido descanso y pasar tiempo con amigos y familiares. Es común que las calles y parques estén llenos de personas que se reúnen para hacer picnics, organizar juegos al aire libre y simplemente relajarse bajo el sol de verano.
Por todo ello, podemos comprobar como el 14 de julio constituye en Francia una festividad que celebra la independencia y la lucha del pueblo francés por la libertad. Desde el icónico desfile militar en París hasta los bailes populares y los espectáculos de fuegos artificiales en todo el país, esta fecha se llena de eventos emocionantes y alegría. Más allá de las festividades, el Día de la Bastilla es un recordatorio de los valores fundamentales de la democracia y la igualdad que son fundamentales para la identidad francesa.
